LAS RELACIONES INTERPERSONALES









a) "No es bueno que el hombre esté solo"

"Entonces dijo el Señor Dios:
-No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle una ayuda adecuada a él.

Desde el principio Dios creó al hombre del polvo de la tierra, pero luego vio que el hombre se sentía solo y sin nadie con quien poder compartir todo lo que había en el paraíso, entonces fue cuando Dios decidió crear a la mujer de una costilla del hombre para que los dos estuvieran al mismo nivel.

a.1) La insuficiencia del obrar

Adán se encuentra rodeado de cosas y animales y tiene incluso una tarea importante por realizar: dar nombre a los creado, es decir, conocer y poseer a todo lo existente ya que, como es sabido, "el nombre se coloca en torno a las cosas como un velo o como una cadena". Pero como lo mencionamos anteriormente, por más emocionante que sea tener algo a nuestra disposición, Adán simplemente como cualquier ser humano, se sentía solo ya que no tenía a nadie con quien poder compartir lo que había hecho.
Encontramos aquí una de las constantes de la existencia humana: la tensión entre el obrar, con la realización personal y el dominio que lleva consigo, y su insuficiencia como meta radical de las aspiraciones humanas. Es importante mencionar que las cosas materiales nunca dejarán una satisfacción en el hombre, porque estas no logran complacer plenamente la necesidad que el hombre tiene más elevadas de su interior. Esa insatisfacciones la que ahora quizá pone en relieve especialmente en nuestra época urbana y conquistada por la tecnología en la que se confrontan una incapacidad de posesión junto a un empobrecimiento de las relaciones interpersonales.

a.2) La necesidad del otro

La soledad solo desaparece con la aparición del otro.
En  el principio Adán no tenía nadie con quien compartir, así que Dios hizo que Eva apareciera para que pudiera hacerle compañía a Adán.
La aparición del otro quiere decir, la aparición de otra persona, de otro yo: "hueso de mis huesos y carne de mi carne".
Tener a alguien más frente a nosotros, significa que tenemos a alguien con quien compartir nuestras experiencias, nuestras inquietudes, temores, alegrías; alguien con quien poder establecer un diálogo y poder articular la relación "YO-TÚ", relación que libera al hombre de un monólogo que se puede volver aburrido y sin sentido.
Otro tema importante de mencionar es un texto de la Biblia que recientemente ha sido estudiado por la filosofía. Este estudio aparece desde el principio con Kierkegaard, pero los filósofos expertos en el diálogo lo desarrollan. "Hasta entonces, explica Lorda, el espíritu humano venía definido especialmente por su relación con objetos: relación de conocimiento (el objeto ante la conciencia) y de voluntad (el objeto como bien querido). La aportación de Kierkegaard pone en primer término la relación con un ser personal, Dios. El espíritu humano se define mucho más por sus relaciones personales que por sus relaciones con objetos. Tras el inmenso monólogo hegeliano del Espíritu Absoluto,iban a surgir las filosofía del diálogo"
Entonces podemos decir que, el ser humano desde un principio fue creado para tener conocimiento y voluntad propia y además su espíritu lo convertía en alguien que se tenía que relacionar con otro ser semejante a él y lo más importante es que también tiene que tener una necesidad con Dios quien es el máximo Creador del Universo.

a.3) El "otro" como hombre y como mujer

Basandonos en los hechos biblicos que narran sobre Adán y Eva, podemos decir que Eva no es solamente una persona, es una mujer. La admiración que Adán tiene es porque tiene frente a él a alguien semejante y al mismo tiempo profundamente distinto, esto puede parecer un poco confuso, pero por esa razón es necesario aclarar que esta es la primera manifestación de otra persona para Adán, así que el siente una admiración, la cual será eterna, por una mujer al verla por primera vez y es también la constatación primordial de que, en realidad, no existe la persona humana en abstracto, sino que existen en si dos tipos distintos y únicos de personas que son: hombre y mujer, los cuales están destinados desde su origen a obedecer las ordenes divinas y a procrear a nuevas vidas.

b) Niveles y tipos de relación interpersonal

La relación "yo-tú" es especialmente rica y difícil de clasificar porque las personas pueden activar en ella una gama prácticamente infinita de registros. Por eso resulta imprescindible una selección a ala hora de afrontar un estudio. Es importante conocer que el ser humano es un ser interpersonal, pero asimismo posee diferentes maneras en que se puede relacionar con sus semejantes, las cuales son:


  1. Relación Instrumental: Este tipo de relación se puede dar cuando otra persona nos sirve fundamentalmente a conseguir un objetivo o servicio. Cabe aclarar que a pesar que la relación sea de utilizar a una persona para conseguir lo que se quiere no significa que se pueda hacer con ella lo que quiera, como: faltarle el respeto a su dignidad, tratarlo como si fuera un instrumento a quien se puede manejar a nuestra manera o a no darle el valor que merece como persona. Un ejemplo de este tipo de relación podría ser cuando se va a la farmacia a comprar algunas medicina, así que la relación que tenemos con el farmacéutico es solamente de tipo instrumental, ya que se busca nada más para conseguir algo que queremos.
  2. Actitud Benevolente: Es un nivel de relación personal que se puede considerar más elevado que la relación instrumental, ya que se describe como una actitud positiva pero no excesivamente comprometida con un grupo de personas con el que tenemos un trato más habitual pero sin que nos liguen relaciones especialmente fuertes, como por ejemplo, cuando conversamos con nuestros compañeros de clase o de trabajo, pero el término compañero quiere decir que no tenemos una relación más allá de hablar durante un rato y compartir algunas cosas en común.




"La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas". (Aristóteles, Filósofo griego.)


a) Descripción general

La amistad es una de las relaciones interpersonales más importantes. Todos en la vida tenemos la necesidad de tener personas fuera de nuestra familia, con la cual tengamos intereses en común, personas que se preocupen por nosotros y nos quieran. Y esta necesidad, y la belleza y el valor que esconde, es algo que los hombres, y también los filósofos, han valorado desde siempre.
La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida. Esta se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes y sentimientos comunes. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo.
Consideramos importante mencionar que en la actualidad podemos celebrar con nuestros amigos en el Día Internacional de la Amistad que es una día festivo dedicado a la celebración de la amistad. Basado en celebraciones similares, principalmente en varios países de América del Sur, cuyas fechas difieren según cada país. Algunos ejemplos son el 20 de julio en Argentina, Brasil y Uruguay para el Día del Amigo; el 30 de Julio en Paraguay; el 1.er sábado de julio en Perú y el primer domingo de agosto en India. El 27 de abril de 2011, recibe un reconocimiento oficial por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que decide designar el 30 de julio para su celebración oficial, siguiendo la propuesta y activismo realizados por la Cruzada mundial de la amistad, organización Paraguaya, fundada en 1958 con el fin de promover la creación de un día mundial de la amistad.
En los países que lo celebran activamente, es uno de los eventos más populares del año, especialmente para la población joven, que dedica el día completo a sus amigos más especiales compartiendo tarjetas, regalos y realizando actividades juegos como el Amigo invisible.
Además, es importante mencionar que la amistad tiene características, como:


  • Una comunicación fluida de los proyectos, intereses, sentimientos, etc., es decir, de la vida.
  • Querer el bien del otro por el otro no porque su amistad me proporcione servicios, compañía o cualquier otro tipo de utilidad, sino por su bien. Sócrates decía: "Preferid, entre los amigos, no sólo a aquellos que se entristecen con la noticia de cualquier desventura vuestra, sino más aún los que en vuestra prosperidad no os envidian". Esta es una evidencia que desde la antigüedad los grandes filósofos tenían la clara convicción de que la amistad era querer el bien por las personas que son cercanas y se convierten en amigos.
  • Exige reciprocidad. No se puede ser amigo de alguien que no lo desea porque resulta imposible compartir. En toda relación interpersonal debe de haber una reciprocidad, de lo contrario, no se puede considerar una relación con otra persona.
Por último, es importante señalar que la amistad no es un término totalmente unívoco. Existen muchos niveles y modalidades y es especialmente importante distinguir dos:
  1. Por un lado está la actitud amistosa. Esté tipo de nivel reúne los rasgos que observamos anteriormente pero solo superficialmente, por lo que se parece más a la actitud benevolente que explicamos anteriormente, así que es importante decir, que este tipo de modalidad o nivel solo se puede mantener con personas cercanas pero con quienes no compartimos nuestra intimidad, como lo haríamos con nuestros amigos.
  2. Esto sucede solamente en la amistad en sentido estricto en la que ponemos en juego nuestra subjetividad y nuestra intimidad de modo profundo y que, por eso mismo, solo es posible mantener con pocas personas.
b) Condiciones y características de la verdadera amistad

Algunos de los rasgos que definen a una amistad profunda y auténtica son los siguientes:

  • La verdadera amistad implica amar al amigo tal como es, es decir que tenemos que aceptar a nuestros amigos con sus virtudes, defectos y limitaciones, ya que si lo sabemos apreciar tal como es, esto será una clara prueba de la amistad que existe. "El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos". (Proverbio Turco)
  • La amistad, a diferencia de la benevolencia, supone responsabilidad por el otro. La vida del amigo es nuestra vida y, por tanto, somos responsables de lo que le sucede, sea bueno o malo. Esto significa que debemos cuidar a nuestras amistades, si ellos se alegran, nosotros también; si se entristecen, nosotros igualmente tenemos que acompañarlo en su dolor; esto quiere decir que siempre hay que dedicarles tiempo y atención a nuestros amigos para conservar la amistad por toda la vida. "El verdadero amigo es aquél que está a tu lado cuando preferiría estar en otra parte". (Len Wein)
La amistad también tiene sus condiciones y entre ellas está:
  • La afinidad, es decir, una cierta similitud y comunidad de intereses y gustos. Para compartir la vida hace falta una cierta semejanza de aficiones, caracteres, nivel social y cultural, inteligencia, etc. Por naturaleza nos acercamos y nos relacionamos con personas que compartan características y gustos similares a los nuestros. "La amistad perfecta es la de los buenos y de aquellos que se asemejan por la virtud. Ellos se desean mutuamente el bien en el mismo sentido". (Aristóteles)
  • La relación hombre-mujer introduce un elemento diferenciador y al mismo tiempo perturbador en la amistad. Por un lado, se diversifica según se dé entre hombres o entre mujeres. "Los factores centrales de la amistad femenina son la ayuda mutua y el apoyo emocional (...) mientras que los hombres ponen más atención en la participación conjunta en alguna experiencia determinada. También es importante la semejanza de valores como requisito previo para la amistad entre las mujeres; en los hombres, por el contrario, son más importantes los intereses comunes. Las experiencias no verbales de afecto son, por último, más frecuentes entre las amigas que entre los amigos".
  • Por otro, lado está la amistad intersexual, la amistad entre el hombre y la mujer. Según Marías, este tipo de amistad se centra de modo especial en las personas porque el otro cobra un relieve especial al ser un encarnación del misterio de la masculinidad o de la feminidad. Pero con esto se puede mencionar que la amistad intersexual es la más propensa a tener ciclos que se van generando a partir de un sentimiento más que amistad, y la siguiente etapa de la amistad entre un hombre y una mujer puede ser "el amor".









AHORA UN BONITO VÍDEO DE LA CANCIÓN "LA AMISTAD" INTERPRETADA POR LAURA PAUSSINI, EN DONDE SE PUEDE ESCUCHAR QUE SE ABARCA TODOS LOS ASPECTOS ANTES MENCIONADOS SOBRE LA AMISTAD.














"Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender". (Françoise Sagan, Escritora francesa.) 


Lo primero que se impone al hablar del amor es una discriminación de sus significados. Esta palabra siempre ha significado muchas cosas por la riqueza de relaciones que encierra, pero hoy especialmente podemos haber llegado a un grado de confusión extremo a causa de la inflación de sucedáneos amorosos a la que  estamos sometidos. El amor es el sentimiento más hermoso que puede existir en el planeta, ya que es el que hace que las personas estén en paz, pero este sentimiento no necesariamente tiene que ser solo con la persona que elegimos para estar el resto de nuestras vidas juntos, sino que el amor tiene muchos significados y en este blog veremos cuatro significados fundamentales, que son:

a) El amor como acto genérico de la voluntad

Una primera manera de entender el amor es concebirlo como el acto genérico de la voluntad que se dirige hacia cualquier tipo de bien. Tomás de Aquino tiene un texto muy claro en este sentido: "Todo el que obra, obra por un fin. El fin es el bien que cada uno ama y desea por lo que resulta manifiesto que todo agente obra cualquier acción por algún tipo de amor". Santo Tomás de Aquino nos dice que el amor lo podemos tener por un objeto o una persona, así que esto se considera como una desventaja de tal definición, ya que se explica al amor de forma muy generalizada, así que tenemos que conocer al amor nada más como un sentimiento que solo se puede dar entre personas.

b) El amor propio

"El amor propio es el más grande de todos los aduladores". (Walter Scott)
La primera persona con la que nos relacionamos somo, evidentemente, nosotros mismos y esta relación da lugar al primer tipo de amor que vamos a considerar: el amor de sí mismo o amor propio. Es importante conocer que si logramos amarnos tal como somos, es decir, con nuestros defectos, limitaciones, virtudes, etc., lograremos poder amar verdaderamente a las demás personas. 
Algunas de las características de el amor propio son:
  • El amor propio es esencialmente bueno por muchos motivos, el primero de ellos es que cada uno de nosotros somo seres dignos y valiosos, ya que somos personas y merecemos también ser amados, pero así como la vida de nuestros seres queridos es responsabilidad nuestra, primeramente tenemos que velar por la nuestra y cuidarnos de todo mal.
  • El amor propio es necesario, porque es el motor de toda nuestra actividad. En cualquier tipo de acción que realizamos buscamos de un modo u otro nuestro bien hasta el punto de que, si no nos quisiéramos, no actuaríamos.
Cabe mencionar que el amor propio en algunas ocasiones suele ser visto como malo, ya que se puede confundir con el egocentrismo o a veces se puede llegar a una condición muy grave como lo sería el narcisismo. Pero esto se tiene que evitar sabiendo poner limites aún en nuestro propio amor y así poder llevar una vida sana. Llegamos así al núcleo de una de las estructuras antropológicas más profundas y en cierto modo paradójicas de la persona. El amor de sí necesita, para realizarse plenamente, el olvido de sí, porque solo si amamos a los demás de manera profunda y sacrificada nos amamos realmente a nosotros mismos.
En otras palabras, amarse demasiado en el sentido de estar centrado en la propia vida es amarse poco porque, en frase brillante del Concilio Vaticano II, "el hombre no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás".

c) El amor al prójimo (al otro)

El amor al prójimo lo podemos definir como la voluntad de querer el bien de las personas que nos rodean. Por prójimo entendemos aquí el conjunto de personas con las que nos relaciones sin que medie un vínculo especial. 

El amor al prójimo implica, ante todo, su afirmación, el asentamiento ante su existencia. Amar, según Pieper, equivale a decir: "¡Es bueno que tú existas!". Pero esto no se trata de una afirmación solamente verbal, la afirmación del amor es existencial y por eso lleva implícito un cuidado y un compromiso con la persona que se ama. Esto significa que hay que proteger a nuestros seres queridos, valorarlos, atenderlos, custodiarlo en la medida que lo necesite, lo cual significa un sacrificio y compromiso de parte nuestra.

El amor por el otro no es solo sacrificio, es también unión. Amar al prójimo supone admitirlo en nuestro entorno y aceptarlo haciéndose cargo de quien es, de lo que es y, por tanto, de lo que necesite.

El amor al prójimo tal como lo estamos considerando aquí es cercano a la amistad y a ala benevolencia pero no se identifica con ellos. Coincide con la amistad en la búsqueda del bienestar del otro pero se distingue en que, generalmente, a los amigos se les quiere de manera más profunda y, sobre todo, en que no se dirige a personas con las que tenemos una relación especial. De la benevolencia le separa sobre todo el grado de implicación. El amor implica grandes sacrificios si es necesario mientras que la benevolencia no va más allá de una actitud general positiva.

d) "Te quiero"

El amor al prójimo se dirige a los demás, pero no de forma específica. Hay, sin embargo, un grupo de personas, generalmente muy reducido, con el que establecemos una relación especialísima y única que nos permite decirle "Te quiero" con todo lo que ello significa y conlleva.



La expresión "te quiero", es el nivel más elevado del amor y generalmente se limita a:
  1. Alguna amistad particularmente profunda.
  2. Las relaciones familiares, sobre todo entre padres, hijos y hermanos.
  3. El amor entre el hombre y la mujer.
Esta modalidad del amor reúne todas las cualidades del amor al prójimo en un grado especialmente elevado pero, además, posee unos rasgos exclusivos y peculiares, las cuales son:
  • Es tremendamente desprendido, es decir, que hay que estar dispuesto a dar todo por la persona amada, incluso la vida.
  • Es un amor tremendamente necesitante, lo que significa que no podemos estar mucho tiempo sin estar al lado de nuestra persona querida.
  • Además, las personas a las que amamos realmente son irremplazables, insustituibles; es como si hubiera un hueco en el corazón que es solo suyo y que nadie más puede colmar.
  • Los seres amados, además forman parte de nuestra identidad, están dentro de nosotros, somo ellos en alguna medida.
  • El amor es parte esencial de la felicidad, nadie puede ser feliz sin amar y ser amado como nos recuerdan infinidad de poesías y canciones.
  • El amor conlleva sufrimiento, debemos renunciar en parte a lo personal para ser capaces de adentrarnos en las vidas de otros y, cuando ya nos hemos introducidos por ese camino, nos duele la separación, la enfermedad o la desgracia de aquel que amamos y esto a la vez nos vuelve vulnerables.






Vamos a considerar, por último, el amor entre el hombre y la mujer, el "amor" por antonomasia, el referente indiscutible de las palabras "te quiero". 

a) El proceso de enamoramiento

El amor entre el hombre y la mujer surge de un hecho primario que es: la atracción y la complementariedad. El hombre y la mujer ser atraen, se gustan, se necesitan y se complementan no solo desde un punto de vista biológico-sexual, sino mucho más profundamente, como personas, es decir, emocional, psicológica y espiritualmente.
El enamoramiento es una de las etapas del amor más bonitos que el ser humano puede experimentar, ya que busca a la persona que complemente sus vacíos, realiza acciones que tal vez nunca había realizado por alguien y todo por ganar la confianza y el amor de la persona que quiere, además el hombre aprende a amar a otra persona más que así mismo lo que significa que hay un amor verdadero.
Ante todo, el enamoramiento es algo que sucede, lo que significa que está ligado fundamentalmente al corazón y no a la voluntad. Enamorarse no es una decisión ni una elección, sino un proceso, algo que acontece, a veces incluso en contra de la propia voluntad.
Pero enamorarse no equivales a atraerse. El enamoramiento va mucho más allá. Implica que, poco a poco, la persona del otro comienza a resultar esencial en la vida. Cada uno de los detalles de su existencia, que pueden ser incluso irrelevantes para otras personas, adquieren un valor trascendental: el modo de andar, de mirar, lo que hace en un determinado momento, lo que piensa, lo que desea. Y, gradualmente, se da el paso trascendental: el sujeto empieza a darse cuenta de que dejar de ser uno, para ser yo-con, es decir, nosotros.

b) Algunas reflexiones

El proceso de enamoramiento que acabamos de describir sucintamente es, sin embargo, muy complicado y rico y admite muchísimas modalidades y situaciones. Apuntaremos brevemente algunas de ellas:
  • Ante todo no siempre es lineal ni completo, lo que da lugar a situaciones muy diversas y también a múltiples fenómenos de inestabilidad: amores no correspondidos, amores incoados y abandonados, traiciones, olvidos, confusiones emocionales, etc.
  • También se puede producir un falso enamoramiento por falta de profundidad en la relación. El hombre o la mujer tiene un flechazo momentáneo y supuestamente se enamora pero, a los pocos días, a las semanas, al mes, ese flechazo desaparece sin dejar rastros.
  • Otro fenómeno diverso relacionado con el enamoramiento tiene lugar cuando alguien se enamora auténticamente de la persona equivocada porque no nos corresponde, porque está casada o comprometida o por otras razones, etc.
  • Por último, el amor admite grados y modalidades. Se puede estar más o menos enamorado de una persona pero sin que se advierta que debemos ligarnos a ella de por vida porque resulta insustituible.

La relación amorosa entre el hombre y la mujer depende inevitablemente de la concepción que cada uno tiene del otro. Y si bien el amor personal que anteriormente describimos puede probablemente encontrarse en cualquier cultura, es el amor por excelencia de la cultura occidental y cristiana que asigna un valor altísimo e igual a cada persona sea hombre o mujer. Solo desde estas premisas tiene sentido ligarse de por vida y de manera exclusiva a un hombre o a una mujer en un proyecto de vida común. 







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